El problema que más quiero resolver es que no existen programas educativos que inicien consistentemente a los niños y adolescentes en los poderes y hábitos mentales que necesitamos para vivir una vida floreciente como seres humanos.
Acompáñame en este video (24 minutos) donde hablo sobre dos episodios de mi vida que transformaron la forma que veía el mundo y la forma en la que yo aprendía y que son el orígen de por qué este es el problema que más quiero resolver:
¿Has visto o experimentado tú la mirada de la que habla Ayn Rand? ¿Cuál ha sido la experiencia de aprendizaje más significativa y especial que has tenido en tu vida? ¡Compártelo en los comentarios!
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Este video fue inspirado por el primer episodio de The Human Flourishing Project de Alex Epstein. Escucha el episodio aquí:
Citas
Te pediré que proyectes la mirada en la cara de un niño cuando comprende la respuesta a algún problema que ha estado esforzándose por entender. Es una mirada radiante de alegría, de liberación, casi de triunfo, que es desinhibida, pero asertiva, y su brillo parece propagarse en dos direcciones: hacia fuera, como una iluminación al mundo —y hacia dentro, como la primera chispa de lo que se convertirá en el fuego de un orgullo merecido.
—Ayn Rand, Capitalismo: El Ideal Desconocido, «Réquiem por el Hombre»
Si tú has visto esa mirada, o la has experimentado, tú sabes que si existe tal concepto como el de “sagrado” —que significa: lo mejor, lo más alto posible para el hombre— esa mirada es lo sagrado, lo que no se debe traicionar, lo que no se debe sacrificar por nada ni por nadie.