Hoy escuché una idea en el podcast Office Hours (por Isaac Morehouse TK Coleman) por la que estoy muy agradecido porque estoy seguro de que me va a servir mucho en los proyectos en los que la necesite aplicar.
Esa idea es la de poner una fecha o un marco de tiempo bien definido para llevar a cabo un proyecto. Si es un empleo, una práctica recurrente, un experimento periódico, o un proyecto cualquiera, en general, poner una fecha específica o una medida específica para terminar cualquiera de estos nos puede ayudar para controlar que siempre estemos totalmente comprometidos en un proyecto sin estresarnos por cualquier duda que tengamos en el camino sobre si es la cosa correcta que hacer.
Y ahí está parte de lo que pasa, que explica Isaac en el podcast. Que uno no puede dar lo mejor de uno mismo cuando uno está con la opinión dividida sobre si lo que uno ha elegido es lo que debería estar haciendo. Cuando uno está dudoso por llevar un proyecto en vez de no llevarlo, eso nos afecta la capacidad del enfoque que podemos tener para un proyecto.
Y la solución que ellos ofrecen, que a mí me parece estupenda, es restringir el tiempo que vamos a dedicar a un proyecto. TK Coleman propone pensarlo en términos de 30 días. Y como lo pone él, restringir esa actividad específica «es la respuesta perfecta para la pregunta ¿Qué tal si yo no disfruto esto? ¿Qué tal si no me gusta? ¿Qué tal si esto no es tan genial como yo pensé que sería?».
Isaac daba un punto importante a favor de hacer esa restricción: que cuando uno está llevando a cabo un proyecto a través del tiempo, pero uno decidió hacerlo indefinidamente y uno tiene dudas sobre hacerlo, uno tiene que decidir cada día sobre si lo debería estar haciendo o no. Y esta es una posición pésima en la que ponerse. Porque esto nos llevaría, como lo dice Alex Epstein, a mezclar el decidir sobre «qué hacer» con el «cómo hacerlo». Y el mezclar estos dos pasos de nuestras actividades es un desastre porque nuestra mente no puede concentrarse en la perspectiva de largo paso que pensar el «qué hacer» requiere al mismo tiempo que ponerse en el estado de enfoque total que el «cómo hacerlo» requiere.
Cuando uno está totalmente claro y determinado sobre el hacer algo sin vacilar sobre si hacerlo o no, se puede concentrar totalmente en el momento y en la tarea que nos corresponde. Uno no cuestiona la decisión que uno toma.
Y un excelente mindset en el que estar, entonces, como lo explica Isaac, es decir: voy a hacer este proyecto dentro de este período específico de tiempo con un cien por ciento de compromiso, y voy a revaluar mi decisión sobre si seguir o no al final de este período de tiempo.
Una idea que definitivamente me va a ayudar mucho con mis experimentos y mis proyectos. Gracias Isaac Morehouse y TK Coleman.
Te invito a escuchar el podcast para aprender mejor sobre esta idea de Isaac y de TK mismos (este tema empieza en el minuto 29:00):