#MePregunto: Sobre el principio de jerarquía cognitiva en la enseñanza de la filosofía

Hoy, escuchar la que le hizo Don Watkins a Lisa VanDamme en el último episodio de su podcast, me recordó al principio de la jerarquía en la educación.

Y eso me hizo recordar una idea que yo he venido entreteniendo en mi mente desde el año pasado cuando empecé el curso de historia de la filosofía occidental que sigo llevando.

Empecé estudiando la filosofía antigua griega en mi tercer semestre, en el cuarto filosofía medieval, en el quinto filosofía desde el Renacimiento hasta el Iluminismo, y actualmente filosofía del siglo XIX, con énfasis en la influencia del kantianismo en la filosofía subsiguiente a Kant.

En otra ocasión escribiré en más detalle el gran valor que he obtenido de estos cursos, pero aquí voy a decir que uno de los principales valores ha sido el entender a cada filósofo, asistiéndome del contexto filosófico de lo que venía detrás de cada y de las influencias de cada uno. Eso ha sido una gran ayuda para entender cada corriente mucho mejor y entendiendo su lugar en la historia. Me ha ayudado a integrar mi conocimiento y a entender la importancia de los grandes problemas con los que los filósofos han tratado y a entender en dónde se originaron.

Y por mi muy estimulante experiencia en este curso, me he preguntado si este enfoque histórico comprensivo es la mejor forma de estudiar filosofía general. Para mí ha funcionado muy bien. Por supuesto que el nivel de mi estudio ha sido sólo en visión general y no en detalle, pero me siento mucho más competente de entrar a estudiar en detalle a cualquier filósofo que he visto hasta este punto del curso porque sé, en general, el contexto en el que vivió, y los principales temas con los que trató.

Esta es una idea que apenas estoy empezando a articular. Sé que articular una perspectiva más clara y sólida me tomaría años. Pero eso es justamente parte de mi pregunta, ¿qué cosas necesito explorar para abordar esta posibilidad? ¿Cuál es el estado de la pedagogía filosófica? ¿Qué se ha dicho sobre el tema? ¿Alguien más ya ha hablado sobre esto que me estoy preguntando? ¿Qué tipo de impacto podrían tener programas basados en un enfoque como este? ¿Cuál es la evidencia que necesito para abordar esta exploración? ¿Hasta donde debo familiarizarme con la historia de la filosofía? ¿Cuáles son los principios pedagógicos más relevantes para el tema?

En fin, es una pregunta que me ha fascinado todos estos meses. Quiero seguir pensando sobre ello.

#HoyAprendí: La relación entre el desarrollo de la filosofía y el de las teorías educacionales en la historia

Estudiando la historia del desarrollo de la Teoría de la atención concentrada, de acuerdo con Jerry Kirkpatrick en su libro Montessori, Dewey, and Capitalism, me di cuenta de que existe una relación importante entre el desarrollo de las ideas filosóficas y las teorías educacionales en la historia.

Desde la Grecia antigua, los filósofos y la gente letrada a estado enseñando de formas específicas, algunas muy básicas y otras más avanzadas, a sus jóvenes con un propósito, implícito o explícito, con un método, rudimentario o sofisticado, y con cierto contenido que refleja la cultura en la que la educación se da.

El desarrollo que más me ha llamado la atención es cómo los teóricos de la educación a partir del siglo XV reciben influencias de los filósofos y científicos que estaban desarrollando las bases del método científico.

Es interesante cómo pedagogos como Pestalozzi y Herbart discuten la importancia de la experiencia sensorial en el aprendizaje y el método de la inducción para aprender sobre principios y sobre conocimiento abstracto.

Y cómo todo esos desarrollos, para bien o para mal, sigue teniendo influencia en la educación de hoy en día.

En un futuro estaré explorando más a fondo estos temas y sobre su importancia para entender cómo hemos llegado hasta acá en lo que respecta a los sistemas educativos.

Lecciones sobre Thomas Hobbes

El tema de mi clase de hoy de Historia de la filosofía fue la filosofía de Thomas Hobbes. Aquí escribo sobre algunas reflexiones que hice estudiando su filosofía.

La influencia de la filosofía de Hobbes es sorprendentemente amplia hoy en día. Especialmente se aceptan ciertas de sus premisas sobre la naturaleza del ser humano y su ética y su política. Y ente los liberales la filosofía hobbesiana su teoría política suele ser apresuradamente rechazada y descartada de mayor consideración.

Pero para quienes se interesan en las ideas, la filosofía de Hobbes tal vez es uno de los ejemplos más claros de ver (principalmente porque los liberales están dispuestos a disectarla sin comprometer sus creencias) sobre cómo las ideas políticas son sólo el resultado de las ideas filosóficas. La teoría política de Hobbes no es más que el resultado directo de su teoría sobre la naturaleza de la realidad y su teoría sobre la naturaleza del hombre y su ética.

En resumen, la filosofía, para Hobbes se trata del estudio de las entidades corpóreas y sus propiedades y características más generales. Para él, sólo lo corpóreo, lo que es independiente a nuestra consciencia y se extiende en el espacio, es lo real.

Su filosofía se divide en dos ramas generales: primero el estudio de los cuerpos naturales y segundo el estudio de la ‘comunidad’ (commonwealth). Y esta última dividida en la ética y la política.

Los cuerpos naturales, según Hobbes, son el único tipo de realidad posible en el universo. Para él, el universo es un universo lleno, sin vacío. Que consiste de entidades corpóreas que se extienden en el espacio y que son continuas sin dejar vacío por ningún lado. Y por lo tanto, tienen una extensión específica que se puede cuantificar que tiene ciertas propiedades y características generales. Para él ni lo infinito ni lo no corpóreo ni lo eterno existen. Por que todo ello implica cosas que no tienen una extensión específica en el espacio, y por lo tanto no son corpóreos e inexistentes.

Según Hobbes todo en la realidad se rige por las leyes mecánicas del movimiento de los cuerpos.

(Continuará)

Reflexiones de aprendizaje: Bacon, Galileo y preguntas sobre el nacimiento de la ciencia

Hoy asistí a la que ha sido mi clase favorita de mi curso de Historia de la Filosofía. El tema que vimos fue Ciencia y el método científico.

Las figuras que estudiamos y los temas que tocamos en esa clase hoy resonaron fuertemente conmigo, dado que estas mismas figuras y temas habían ya atrapado mi atención y fascinación durante mi primer año en el Bootcamp del Michael Polanyi College (MPC).

Ese sentimiento de emoción y de intriga que uno tiene cuando está por jugar esa secuela de un videojuego que a uno le gusta mucho es el que yo siento hoy al retomar desde una perspectiva histórica y filosófica el estudio de ciertos filósofos y astrónomos que leí en el Bootcamp del MPC.

Esas figuras son Francis Bacon y Galileo Galilei, de quienes su trabajo se discute en el contenido en el que esta clase fue basada, que fue el capítulo 3 de A History of Western Philosophy: Hobbes to Hume de W.T. Jones (el libro que estamos estudiando este semestre).

En su momento en el MPC leímos partes de Novum Organon de Bacon y partes de Dialogues Concerning Two New Sciences, precisamente dos de los trabajos que W.T. Jones aborda en su libro. También en el MPC vimos partes del Almagest de Ptolomeo, sobre el cual ciertamente me recordó la discusión de Jones del trabajo de Copérnico.

Cuando entré al MPC yo sabía que en lo que quería profundizar más era la filosofía. Venía de haber leído ya La rebelión de Atlas, El manantial y más recientemente la Introducción a la Epistemología Objetivista. Este último me había ya decididamente mi interés por la epistemología, esa rama de la filosofía que al estudiarla me había proporcionado razones para confiar en el uso de mi propia mente y métodos para usarla eficazmente. Así que cuando llegamos a discutir Francis Bacon, todas sus ideas sobre la necesidad de purgar nuestra mente de los «Ídolos» que distorsionan nuestro pensamiento y el énfasis en el método inductivo y la primacía de la evidencia empírica en descubrir la realidad, inmediatamente atrapó mi interés.

Lo que Bacon proponía resonaba conmigo por lo que había aprendido de la epistemología Objetivista que defiende la importancia del método inductivo de descubrir el mundo y el enfoque objetivo que es necesario para operar como seres humanos pensantes. En ese momento me empezaban a surgir ideas como ¿cuál es el rol que los desarrollos filosóficos de Bacon tuvieron en el avance de la ciencia, si es que lo tuvo? Yo ya estaba familiarizado también con las afirmaciones de Ayn Rand de que Aristóteles fue quien sentó las bases para el desarrollo del método científico más de un milenio después, así que me preguntaba ¿cuál es la relación entre Aristóteles y los desarrollos que filósofos como Bacon estaban haciendo? ¿Cómo las ideas del primero llegaron a éste último? ¿Realmente los científicos del renacimiento construyeron sus desarrollos sobre las ideas de Aristóteles, o desarrollaron ellos mismos independientemente de Aristóteles sus propias bases para la investigación científica? Bacon parece seguir el enfoque empírico inductivo de Aristóteles, pero ¿por qué el primero es tan duro crítico de éste último?

Lo que estaba viendo yo era los principios básicos que explicaba Rand en su epistemología en acción jugando roles importantes en el desarrollo de la ciencia. No pensaba yo que los científicos del siglo XVI eran objetivistas, sino que, adoptando los mismos principios que Aristóteles había formulado (y que Rand había aceptado y proveído de base para su filosofía), estos científicos (y aún tenía en duda la relación real entre las ideas el antiguo filósofo y las de los modernos) contribuyeron al desarrollo del método científico y así inaugurando el proyecto de la ciencia moderna.

Estaba viendo principios filosóficos operando en importantes desarrollos, y me preguntaba cuál realmente había sido el rol de la filosofía en el nacimiento de la ciencia moderna, y quiénes fueron las figuras que hicieron tales desarrollos posibles, y con qué ideas, y con qué métodos llegaron a sus descubrimientos.

Fue así que en esos meses de estudiar pequeñas pero jugosas porciones del trabajo de los fundadores de la ciencia moderna, y haciéndome preguntas sobre las causas que hicieron posibles esos avances, que adopté una fascinación por la historia de la ciencia y por la filosofía de la ciencia.

Esas eran preguntas que me hacía todo durante el Bootcamp en el MPC. Me tomo este tiempo para reflexionar sobre el hecho de que ahora en mi curso de Historia de la Filosofía he llegado al punto en el que lo que estoy estudiando es las respuestas que W.T. Jones ofrece al tipo de preguntas que yo hacía.

Eso es muy gratificante, pero aún más, está siendo una experiencia de la que estoy aprendiendo muchísimo. Y eso es así porque refuerza de forma importante mi motivación por seguir estudiando la historia de la filosofía y la ciencia aún más. Ello confirma que la actitud de mente que yo tenía en ese tiempo –de hacerme preguntas y llenarme de curiosidad por entender la causa de las cosas– es una actitud apropiada que mantener porque me produce frutos tales como el poder explorar posibles respuestas a las preguntas que me formulé y entender el mundo y cómo hemos llegado hasta acá.

Y también es una lección en cuanto a la integración del conocimiento y el rol que ello tiene en el aprendizaje de uno. Cuando los estudiaba a ellos, Bacon, Galileo, Lavoisier, Newton, etc. sentía unas ansias por integrar mi conocimiento sobre la naturaleza de los avances que hacían, y cómo todo eso añadía a un todo que comprendiera un entendimiento integrado de la historia del progreso científico. En su momento no lo tuve –ciertamente diseñar un programa de estudios como ese exigiría mucho más esfuerzo e investigación– pero es un área sobre el cual he conservado mi entusiasmado interés, y que me provee una satisfacción profunda sobre los resultados de mis estudios extensos y dedicados a estos temas tan abstractos.

Sigo pensando, como lo pensé en el Bootcamp, que en un universo paralelo me dedicaría a la historia de la filosofía, y específicamente a estudiar y buscar demostrar –o encontrar evidencia de lo contrario– la influencia de Aristóteles en el desarrollo de la ciencia y en el progreso moderno. Eso me fascinaría.

Pero en este universo, algo que me fascina aún más, y que he concluido que es más urgentemente importante, es el dedicarme a entrenar mi mente filosófica, entender en general la historia de la filosofía, y estudiar educación. Todo ello para desarrollar y servir de guía a quienes desarrollen programas educativos en los que se eduque a los jóvenes en las ciencias naturales para cultivar en ellos herramientas intelectuales para que puedan hacer inteligible el mundo que los rodea.

Me siento muy afortunado de pasar por tan maravillosa experiencia de aprendizaje en mis estudios como fellow en el MPC. Espero seguir con estos estudios y poder en un futuro hacer posible que otros jóvenes y niños puedan pasar por el tipo de maravillosa educación que es para ellos, no una carga que sufrir y soportar, sino una aventura llena de exploración y emoción del mundo que nos rodea y del desarrollo nuestro poder de entenderlo y de modificarlo para alcanzar nuestros valores en él.

Recomendación: «Conexión más profunda a través del egoísmo mutuo» por Gena Gorlin

En el día de San Valentín aprovechamos para reconocer y celebrar a quienes más apreciamos, nuestros amigos y a nuestra pareja. Nos damos la oportunidad de mostrar, con nuestra propia forma de hacerlo, el cariño que les tenemos. Ello refuerza la conexión que tenemos con ellos y nos llena de alegría.

Ese día se suele señalar que aunque nos tomemos ese día específico para celebrar el amor y la amistad, esas son cosas que igualmente nos corresponde reconocer y apreciar cada día del calendario.

Por supuesto, ese es un muy buen punto que recordarnos siempre.

Pero admitiríamos que a veces damos la amistad que sostenemos con otras personas por sentada. En algún momento quienes ahora son nuestros amigos antes no lo eran. Por poco o mucho el esfuerzo que hayamos puesto en hacer amigos, ellos nos importan y no podemos dar por sentado que nuestra amistad permanecerá sin que hagamos un esfuerzo para cultivarla. Y cultivar esa amistad es mantener esa conexión que tenemos con nuestros amigos y hacerla más profunda.

Ese es el tema que Gena Gorlin, doctora en psicología, trata en su charla «Conexión más profunda a través del egoísmo mutuo».

En su charla, Gena Gorlin nos presenta herramientas y formas en las que establezcamos conexiones cada vez más profundas con aquellas personas que celebremos tener en nuestra vida en días como San Valentín.

Como ella lo declara al inicio, el objetivo de su charla es proveer algunas de las mecánicas que ella ha aprendido para crear el tipo de mundo que está lleno de personas que realmente nos reconocen, que nos valoran por las mismas razones que nos valoramos a nosotros, y que son dignas de ser reconocidas y de valoradas de vuelta.

Esta presentación está llena de valiosísimas observaciones, consejos y métodos que nos pueden ayudar a fortalecer y profundizar esas conexiones con otras personas que tanto valoramos, o empezar a buscarlas y desarrollarla, y que no basta ser reconocidas y celebradas en una sola fecha.

A profundizar nuestras conexiones con seres queridos a través de egoísmo mutuo entre nosotros.

Mira ahora la charla completa (en inglés), con útiles ayudas visuales, en YouTube:

Podcast recomendado: Open College with Dr. Stephen Hicks

Este podcast es un sólido recurso intelectual de presentación y de análisis serio de ideas filosóficas. Accesible a una audiencia general y que no requiere mayor conocimiento previo sobre los temas.

Desde filosofía, historia, política y estética, Stephen Hicks ofrece una variedad y riqueza de temas y de análisis intelectual. Comunicado de forma clara y sencilla, especialmente accesible para estudiantes universitarios. Cada episodio puede ser una gran fuente de aprendizaje, de cuestionamiento y de curiosidad para explorar los temas más allá. El podcast es en inglés. Nuevos episodios son publicados regularmente en 2020.

Fuente: http://www.stephenhicks.org/biography

Stephen R. C. Hicks es profesor de filosofía en la Universidad de Rockford, es senior scholar de The Atlas Society, profesor de filosofía en la Universidad de Rockford, así como el director del Centro de Ética y Emprendimiento, también en la Universidad de Rockford. Es autor del libro Explicando el posmodermismo: La crisis del socialismo.

A continuación listo los primeros tres episodios del podcast (con sus respectivas introducciones traducidas) esperando que le des una oportunidad y que puedas ampliar tu aprendizaje intelectual.

Episodio #1: Libertad de expresión; por qué su filosofía importa

Introducción:

Los humanos son seres inteligentes, o potencialmente inteligentes. No criaturas instintivas o pasivas. Involucramiento activo y pensamiento profundo. Objetivos de vida y estrategia. Mucha información. Un montón de experimentos. Iniciativa propia. Extendiendo todo eso a relaciones con significado. Valores compartidos. Grados de intimidad, desde conocidos de negocios hasta amigos, amantes y compañeros de vida. Lo que todo ello tiene en común es que todo depende del intercambio de información y comunicación genuina. Contexto y antecedentes para la confianza, respeto y libertad. Cuando surgen desacuerdos, al el menos beneficio de la duda inicial, la disposición a escuchar al otro lado, el juicio cuidadoso que toma en cuenta toda la información disponible. Es gran parte de lo que la educación debe inculcar.

Episodio #2. Política violenta: una lección de filosofía marxista

Introducción:

Nuestro tema es la larga historia del activismo violento de extrema izquierda, especialmente el activismo marxista. ¿Es una coincidencia que tanta brutalidad ha surgido de los activistas inspirados en Marx? ¿O es un subproducto accidental de una teoría bien intencionada? ¿O es una consecuencia necesaria e intencionada de sus principios?

Leon Trotsky sobre Joseph Stalin en 1940: «En todas las condiciones, la violencia bien organizada le parece a él que es la distancia más corta entre dos puntos». No es solo lo que dijeron los teóricos y políticos marxistas, sino lo que hicieron. Una gran cantidad de intelectuales en Occidente son conscientes de las atrocidades pero las aceptan. ¿Por qué?

Episodio #3. Los conservadores no son capitalistas de libre mercado

Introducción:

La forma en la que se etiqueta en política es a menudo descuidada y los movimientos políticos suelen ser grandes paraguas que abarcan diversas agrupaciones, pero es importante mantener el esfuerzo para ser precisos para que sepamos de qué estamos cada uno hablando. La precisión también es importante porque a veces quienes aceptan algunas políticas de libre mercado lo hacen por razones de conveniencia política, y esa aceptación superficial puede enmascarar sospechas o rechazos más fundamentales hacia el libre mercado.

En el futuro estaré tratando episodios específicos del podcast que me resaltan.

¡Feliz aprendizaje!


Links adicionales a las redes sociales de Open College Podcast:

¡Feliz Día de Ayn Rand!

Aviso: este artículo contiene spoilers menores de las novelas de Ayn Rand.

Hoy 2 de febrero se celebra el 115 aniversario del nacimiento de Ayn Rand. Para mí es una fecha en la que siento gratitud y admiración por el nombre de la novelista y filósofa que he asociado con ella. Si identificara la mayor causa de gratitud que tengo hacia el trabajo de Ayn Rand en sus obras de ficción y no-ficción sería la visión de la vida que es posible para mí en este mundo que Rand me mostró. A continuación hablaré de algunos aspectos generales de esta exaltada visión de la vida que he encontrado en el trabajo de Ayn Rand.

Mi primer contacto con la obra de Ayn Rand fue con sus novelas. En mis primeras lecturas de La rebelión de Atlas y El Manantial, al apreciar las acciones de los héroes, y los caminos que seguían y los objetivos que perseguían, yo sentía que me estaba adentrando a un mundo casi extraño para mí. Pero no sentía que fuera un mundo extraño del todo porque las situaciones en las que se encontraban estaban tan atadas a este mundo que me hacían pensar que en el futuro, aunque en una diferente escala, yo me vería en las mismas situaciones enfrentando al mismo tipo de disyuntivas que ellos.

Uno puede ven en La rebelión de Atlas a Hank Rearden, un industrialista caracterizado por una refulgencia productiva que lo conduce a crear una nueva aleación de acero con grandes ventajas sobre el anterior tipo de acero en su uso para todo tipo de herramientas y estructuras para servir a los objetivos de los seres humanos. Rand nos lo presenta en la gloriosa noche de la primera colada del primer pedido de su metal, y presentando un panorama psicológico de la profunda felicidad que Hank siente viendo el producto de su trabajo, nos hace cuestionar sobre el tipo de cosas de las cuales derivamos nuestra felicidad, y de la experiencia que ello significa.

En Hank descubrí la posibilidad de encontrar profundo significado en la búsqueda de una carrera productiva, una carrera que integre todos mis esfuerzos en una visión unificada de lo que quiero hacer de mi existencia aquí y de la que obtenga la felicidad de mi vida.

O en Himno, la mini-novela en la que acompañamos al protagonista en un viaje por descubrir por primera vez algo en él que es digno de considerarse como sagrado, pero que todo ser humano tiene y puede re-descubrir si se atreve a desafiar las doctrinas con las que ha sido educado toda su vida. Yo desafié las doctrinas que me exigían rendir mi mente a las demandas de quienes alegaban conocimiento de una realidad superior, y que exigían mi auto-sacrificio en favor de quienes se piensa que tienen un derecho a disponer de mi vida. Examinar mis premisas, y descubrir unas nuevas premisas racionales que me conduzcan hacia esa visión que encontraba.

Estos personajes enfrentaban las preguntas a las que yo me estaba empezando a enfrentar en mi juventud, y que iban a implicar elegir un curso de acción a medida que crecía y dejaba la adolescencia. A mi alrededor veía pocas, sino nulas similaridades entre las posiciones que los héroes tomaban, y por los motivos y por los objetivos que ellos perseguían. Porque parecía que ellos estaban avanzando hacia objetivos que habían elegido conscientemente, pero que de forma importante, eran conscientes también del esfuerzo y el valor que requería de ellos trabajar para alcanzarlos.

En sus novelas Ayn Rand presenta una visión noble de lo que uno puede aspirar a ser en el mundo. En el manifiesto de su filosofía estética, Rand dice:

El novelista debe descubrir el potencial, la mina de oro, del alma del hombre, debe extraer el oro y luego crear una corona tan magnífica como su habilidad y visión lo permitan.

El Manifiesto Romántico, El objetivo de mi escritura.

En efecto, Rand en sus obras se propone mostrar en la palabra y acción de sus héroes lo que significa dirigir uno su vida basado en principios filosóficos y perseguir los valores que hace posible nuestra vida y felicidad.

Este #DíadeAynRand te invito a leer a Ayn Rand para examinar tus premisas y a explorar en sus novelas una nueva visión sobre el mundo en el que la felicidad existe, que es real, es posible y es tuyo.

Reflexiones de aprender sobre la Escuela de Salamanca

El mes pasado durante UElCato UFM, Gabriel Calzada dio una charla sobre la Escuela de Salamanca. Antes había escuchado sobre los autores católicos que se conocen como parte de la Escuela de Salamanca, y había leído a un par de ellos, pero no me había adentrado a conocer detalles sobre los logros que alcanzaron ni al considerable número de pensadores de esa escuela.

Me parece fascinante la amplitud de temas que esos teólogos y filósofos trataron en su tiempo tratando que entender la complicada y a veces turbulenta vida de la alta edad media. Ellos estaban tratando de descubrir principios que explicaban aspectos de esa vida social como aspectos jurídicos, morales y económicos; lo cuál hace mucho sentido, ya que bajo la influencia de la filosofía de Tomas de Aquino, el conocimiento que obtenemos del mundo es conocimiento de principios que lo rigen.

Es admirable también, que por lo menos, las figuras principales de esta escuela de pensamiento estaban bastante orientados a la práctica y al mundo. Y con eso me refiero a que, al observar los hechos y descubrir cosas, lo que buscaban con después es enseñar ese conocimiento a al público, y de forma importante también, a las autoridades para que se informaran de la forma en que funcionaba el comercio, la moneda y los temas que exploraban.

Me llamó mucho la atención también que entre ellos habían hombres de estatura moral. Como es el caso de Juan de Mariana, que fue llevado ante el tribunal de la Inquisición por «ofensas a la república» por el trabajo intelectual que estaba haciendo en denunciar la manipulación de la moneda por parte del estado. Cuando le demandaban que se retractase de lo que había dicho en contra de la corona, Juan de Mariana, en vez, reafirmó la verdad sobre lo que había escrito sobre la expoliación a escondidas, el despilfarro, y otras denuncias contra la corona. Todo eso ante la amenaza de ejecución por delitos de lesa majestad. Al final Juan de Mariana fue liberado por el veredicto de un tribunal del Vaticano en contra del rey, quien quería ejecutarlo y quemar sus libros.

Hacia el final de su charla, Gabriel Calzada entregó los pedazos más fascinantes y jugosos de información y conocimiento para mí que me generó muchas preguntas más, y un deseo por investigar más sobre la historia de las ideas en la Europa de la segunda mitad del segundo milenio. Calzada mostró una foto de una copia de Historia general de España (1601) de Juan de Mariana con la firma de John Locke, quien poseía obras de De Mariana en su biblioteca personal. Esto sobrecarga mis circuitos de preguntas y de hambre por conocimiento y claridad sobre historia intelectual: ¿Cuál es la amplitud de la influencia que tuvieron los escolásticos tardíos en los ilustrados ingleses?, ¿Cuál es la historia detrás de las grandes ideas y desarrollos filosóficos que nos heredaron las ideas de la libertad y los derechos individuales? ¿Qué es lo que hizo a los pensadores de la Escuela de Salamanca tan especiales que lograron identificar tan adecuadamente principios en la realidad? ¿Cuáles fueron las influencias que hicieron posibles los campeones de la libertad del Iluminismo? ¿Los escolásticos, Aquino, Aristóteles? ¿Qué hay en común entre todos ellos?

Eso sin dejar de lado las preguntas que ya me estaban surgiendo sobre las influencias de la Escuela de Salamanca en la Escuela Austriaca de Economía, sobre lo cual Gabriel Calzada, Jesús Huerta de Soto, y muchos más especulan, ¿son los autores de la primera los antecesores de la segunda? Moris Polanco, profesor de filosofía en la UFM ha escrito en contra de esa hipótesis. ¿Cuál es el debate que se está dando aquí? Y más importante, ¿cuáles son las implicaciones de lo que vayamos a encontrar en esta investigación de historia de las ideas?

Ya lo he dicho en otras ocasiones, en un universo alternativo, yo me dedicaría a ser un historiador de las ideas y me ocuparía de investigar estas preguntas. Por el momento, agradezco el tener oportunidades como estas de disfrutar el conocer sobre los logros de hombres que han usado su mente para resolver problemas en el mundo.

Introducción a la filosofía de la libertad

Mis sugerencias de lectura para mis amigos de Estudiantes por la Libertad interesados en aprender más sobre la libertad y sus fundamentos.

¿Qué es la libertad? ¿Libertad, de quién? ¿Libertad, de qué? ¿Libertad, para qué? ¿Cual es su naturaleza y cuáles son los principios sobre los que se basa la libertad? ¿Por qué es importante? ¿Qué es lo primero que hay que entender sobre la importancia de la libertad? ¿Hay algo que venga antes de la libertad? ¿Es la libertad un fin en sí mismo, o un medio para algún otro fin? Son preguntas con respuesta, y son preguntas que quienes sospechan que hay algo bueno sobre la libertad, y quienes son en efecto, ya, amantes de la libertad se deben hacer y deben responder y entender para sí mismos si quieren defender la libertad como mejor pueden llegar a defenderla.

La libertad es una idea abstracta, pero que se refiere a cosas concretas y que tienen consecuencias prácticas en la realidad. La libertad se puede estudiar desde diferentes perspectivas, pero al final la libertad es una, y su estudio tiene un fin: que nos sirva para defender ese valor sagrado que es para el ser humano. El fin del estudio de la libertad, entonces es práctico, luchar por ella, o mantenerla; si otros ya la han conseguido en el pasado por nosotros. Pero siendo un valor humano, y dado que ‘sociedad’ y ‘humanidad’ son sólo nombres para un conjunto de seres humanos individuales, la libertad es un valor para el individuo. Y entonces debemos preguntarnos por qué es importante la libertad para el individuo. Y no para cualquier individuo, o un individuo abstracto que tiene lugar en el mundo de las ideas fuera de este mundo, sino para un individuo concreto: tú que estás leyendo esto.

Entonces, la pregunta con la que comenzaremos es, ¿por qué es la importante la libertad para mí? En efecto, esta es una pregunta filosófica. Más específicamente, es una pregunta ética. Pero algunos se preguntarán, ¿por qué la libertad debe ser importante para mí? ¿Por qué no para los demás, o para la sociedad? Entonces la pregunta que también nos debemos hacer es, ¿por qué soy importante yo?

Las preguntas con las que iniciaremos nuestra exploración sobre la libertad, entonces son ¿por qué soy importante yo?, ¿y por qué es importante la libertad para mí? Y de esto se trata mi primera sugerencia de lectura para entender la libertad. Las preguntas que nos acabamos de plantear son las preguntas que Ayn Rand explora en su novela corta Himno (1938). En esta obra, Ayn Rand dramatiza el descubrimiento de un hombre de la importancia de su propia persona, su yo. Y este hombre lo descubre en un futuro sombrío y distópico en el que la libertad no existe en lo absoluto. Y consecuentemente, los individuos no tienen importancia alguna, el yo no tiene importancia alguna. Y el pensamiento independiente es un crimen, porque eso atenta contra el carácter totalitario y colectivista de la comunidad en la que se encuentra.

Con menos de 50 páginas, esta es una noveleta que podrás leer completa en apenas una tarde. En esta historia, acompañarás al héroe a explorar las preguntas que finalmente lo llevan a descubrir el misterio detrás de la caída de su sociedad y a encontrar la clave para un futuro de libertad y progreso:

«Himno» — Ayn Rand
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Con Himno tenemos una pequeña, pero muy valiosa lección inicial sobre los principios en los que se basa la libertad: la importancia del individuo y del yo como el agente a quien en una sociedad debe garantizarsele su libertad. Esta es una cuestión ética, pero aunque es una muy importante, aún no deja clara cuál es su conexión con el asunto puramente político.

Bien, mi siguiente recomendación trata sobre exactamente ese tema, ¿cuál es la relación entre la ética [individual] y la política? ¿Cuál es el principio que integra estas dos? Son las preguntas que el ensayo «Derechos del hombre», incluido en el libro Capitalismo: El ideal desconocido de Ayn Rand, responde. En este ensayo de 11 páginas Ayn Rand provee de una base filosófica racional a la idea originalmente formulada por John Locke —y después puesta en práctica por los padres fundadores de Estados Unidos— de los derechos individuales. Vida, libertad, propiedad privada y búsqueda de la felicidad; ¿cuales son los fundamentos filosóficos sobre los que estos principios se basan? Ayn Rand ofrece su respuesta en este ensayo:

«Derechos del hombre» — por Ayn Rand
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Es necesario también entender cómo las acciones humanas en libertad conducen a la prosperidad que observamos en el mundo a nuestro alrededor. Una perspectiva por la que podemos ver eso es desde la ciencia de la economía. Leonard E. Read, un notable economista que vivió en el siglo pasado escribió su ya clásico artículo Yo, el lápiz en el que nos hace pensar sobre la belleza de la vida y del proceso de actualización del potencial humano en la tierra. Cómo seres humanos racionales buscando sus propios fines se involucran en el proceso de mercado del que cada uno, siendo a la misma vez un productor y un consumidor, intercambia con individuos el producto de su esfuerzo para contribuir cada uno tanto a su propia felicidad, como a la del otro. Y se asocia con ellos para crear productos y emprender proyectos magníficos que avanzan a diario el nivel de florecimiento posible y actual para los seres humanos. ¡No te pierdas este breve artículo!

«Yo, el lápiz» — por Leonard E. Read
Descargar en español

Para profundizar en cuanto a los problemas políticos que causa el estatismo y un gobierno el cual sus leyes no están restringidas (en contraste a un sistema de libertad), el brillante libro por Frederic Bastiat La ley nos invita a pensar justamente sobre los graves problemas que surgen cuando la ley se pervierte de su fin apropiado. Este fue el primer libro que yo leí y que me introdujo a pensar sobre la importancia de la libertad. A mis 15 años, yo no terminé de digerir toda la profundidad e importancia del tema que Bastiat trata en su magnífico libro, pero sabía que me estaba hablando de algo muy importante. Tiempo después volví a leer sus alrededor de 30 páginas para terminarme de convencer de la importancia de basar nuestras leyes en principios racionales, y no en caprichos y los deseos subjetivos de la mayoría.

«La ley» — Frederic Bastiat
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Para divertirse y pensar. Una de mis piezas breves favoritas de todos los tiempos siempre va a ser la Petición de los fabricantes de candelas, velas, lámparas, candeleros, faroles, apagavelas, apagadores y productores de sebo, aceite, resina, alcohol y generalmente de todo lo que concierne al alumbrado por, también, Frederic Bastiat. Él escribió esta pieza en tono satírico ante las absurdas peticiones de los mercantilistas franceses de su tiempo que querían aprovecharse del poder coercitivo del estado para avanzar sus intereses a expensas de los derechos de los demás. ¿Quieres enterarte de qué se trata y divertirte con el auténtico ingenio y amor por la libertad de Frederic Bastiat? Lee este artículo de 3 páginas escrito por este héroe de la libertad francés.

«Petición de los fabricantes de candelas[…]» — por Frederic Bastiat
Descargar en español

¿Pero cómo ponemos en práctica esos principios cuando nos asociamos con los demás? ¿Cuál entonces es la función apropiada del gobierno? ¿Cómo formulamos las leyes devolviéndolas a su fin legítimo y moral y garantizar así la libertad? Son las preguntas que Rand responde en su vital ensayo de 10 páginas «La naturaleza del gobierno», incluido también en su libro Capitalismo: El ideal desconocido. En él Rand expone, partiendo de su teoría sobre los derechos individuales, el otro componente esencial de su filosofía política, la naturaleza y el fin apropiado de un gobierno:

«La naturaleza del gobierno» — por Ayn Rand
Descargar en español

Por último, pero no menos importante, no puedo irme sin recomendar la obra maestra que he encontrado ser también mi libro favorito de todos los tiempos. La rebelión de Atlas, por Ayn Rand. Atlas Shrugged —como Rand originalmente lo tituló en inglés— es una historia fascinante que, además de dramatizar en acción cada principio del que hablan todos los libros aquí mencionados, presenta personajes que no sólo luchan por su libertad, sino luchan al mismo tiempo contra todo tipo de fuerzas que se les oponen en la búsqueda del propósito productivo que han escogido y que constituye la búsqueda de su propio florecimiento y felicidad.

En una trama compleja de sucesos en los que Rand nos presenta una mujer orgullosa, intransigente, productiva y amante de los retos. Un industrialista argentino que no se va a cansar hasta privar a los gobiernos estatistas de la oportunidad de robarle nada de la empresa que él y sus ancestros han construido con el esfuerzo de su mente y cuerpo; pero más importante, buscar vivir una vida productiva y feliz con sus amigos en un ambiente de libertad. Y un industrialista americano que consigue construir el metal imposible que va a traer inmensa productividad y prosperidad a la economía estadounidense, pero más importante, la satisfacción y el orgullo personal de haber aplicado el esfuerzo de su mente a resolver el problema de la supervivencia humana… y más allá, de actualizar su potencial de florecimiento. Eso sí, es una novela que te va a requerir un poco más de compromiso para sumergirte en la experiencia de vida que ha sido para millones de personas, y que te estoy invitando a tener, que es leer La rebelión de Atlas:

«La rebelión de Atlas» — Ayn Rand
Obtén el libro

Sinceramente, y por la razón y la libertad,

Nixon

El problema que más quiero resolver

«The problem I most want to solve» es el título del primer episodio del podcast The Human Flourishing Project del filósofo Alex Epstein. Ese es el episodio que me inspira a escribir mi propia formulación de un problema que yo he experimentado en mi vida, y que actualmente tengo la fortuna de encontrar lo que pienso que son principios generales para formular el problema para mí mismo. Ese es un problema el cual en la medida en que encontremos formas de resolverlo, muchos efectos positivos resultarán en los principales ámbitos de la vida humana, si nos esforzamos en enfrentarlo. Y ese es el problema que más me inquieta, y que más me fascina en el mundo.

El problema es que en el mundo carecemos de programas educativos que entrenen a los individuos a vivir vidas florecientes como seres humanos.

¿A qué problema nos enfrentamos aquí, en concreto? Iré por partes.

Como lo explica Alex en el primer episodio de su podcast, ‘florecimiento’ viene de ‘flor’, y para una flor, como para cualquier ser vivo, florecer es la vida en su condición óptima. Y lo óptimo es alcanzar a realizar su mayor potencial. La vida es finita y es un proceso que el ser viviente debe mantener por medio de acción constante. Así que el florecimiento es el éxito constante en el proceso de un organismo de mantenerse en ese estado óptimo de vida, alcanzar a realizar su mayor potencial.

Educación —como la define el filósofo Leonard Peikoff— «es la instrucción sistemática de los jóvenes para desarrollar en ellos los poderes necesarios para la vida madura». Un programa educativo es una integración de elementos y actividades para entrenar sistemáticamente a individuos en cierto poder en un ámbito de la realidad. Diferentes programas educativos a través del tiempo van a ser necesarios para entrenar a los jóvenes en los poderes que les van a permitir florecer en la vida eficazmente.

Pero una flor no necesita entrenarse en los poderes que le van a permitir crecer y llegar a extender sus pétalos y alcanzar y mantenerse en ese punto de vida óptimo, ya los tiene automáticamente y sólo necesita las condiciones ambientales favorables para que florezca, y esas son condiciones que ella no tiene el poder de cambiar. Para un animal, el florecimiento es un estado que puede alcanzar, dadas las condiciones y dados sus poderes automatizados que tiene según la especie de animal que es, y el desarrollo de los poderes que sus padres le transmiten mediante un mecanismo que ellos tienen —de forma igualmente automatizada— para criarlos, mecanismo el cuál ellos no pueden modificar, y que sólo puede cambiar dependiendo de las condiciones y de las cosas que les ocurren en sus vidas.

En cambio, para un ser humano el florecimiento no es automático; no resulta exclusivamente de las condiciones en las que vive; por el contrario, él debe modificar esas condiciones según sus propios fines. Y debe también desarrollar las facultades que por naturaleza le son posibles en los poderes que le permitan con eficacia alcanzar y mantener el estado en el que obtiene sus valores exitosamente de manera integral, en lo material y lo espiritual, añadiendo constantemente para un estado de creciente vitalidad en el largo plazo. El ser humano necesita ese tipo de desarrollo, y una educación desarrolla en él los poderes que le permiten alcanzar el florecimiento que, para los seres humanos, como lo define Alex Epstein, «el florecimiento es un estado integrado de éxito; éxito material y éxito espiritual».

Como Alex lo observa en su brillante pieza, nunca en la historia de la humanidad ha habido tanta riqueza, tecnología y diversidad de actividades productivas para mejorar nuestra vida en esta tierra, nunca el ideal del florecimiento se ha visto más realizable como hoy. Aun así, el florecimiento no es la forma en la que la mayoría de personas caracterizarían su vida, desde una perspectiva de largo plazo y tomando en cuenta los aspectos más importantes de las complejas vidas de los seres humanos. Con las noticias diarias, y nuestra experiencia de primera mano todos los días con todo tipo de gente, no es necesario listar los problemas que aquejan a las personas aquí y en el resto del mundo y que les previenen de florecer. También muchas son las causas que podemos encontrar a esos problemas. Pero una causa frecuentemente señalada, y que en efecto encontramos cierta para explicar esos problemas, es la educación; la falta de ella, o la mala calidad de la misma, en todas las etapas de los estudiantes.

Y las explicaciones a los problemas en educación, y las demandas que se exigen a aquellos que las personas ven como los encargados de proveerla son incesantes y extensamente variados, en tipo, como en profundidad del problema planteado, y de la demanda hecha. ¿Cómo identificamos los problemas de raíz? Y ¿cuáles son los estándares por los que vamos a determinar qué demandas hacer, o más bien, para diseñar para nosotros los programas educativos que eduquen a los productores, los artistas, los científicos y los líderes del futuro? En efecto, si encontramos que esos problemas de educación yacen en lo profundo de las problemáticas que sospechamos que lo hacen, muchos efectos positivos resultarán en los principales ámbitos de la vida humana, si nos esforzamos por resolverlo.

Pero lo primero será identificar como mejor podamos el problema.

El florecimiento no es como un trofeo que conseguimos, o un punto estático que alcanzamos después de seguir una serie de pasos; el florecimiento es un proceso incesante de actualizar nuestras potencialidades como individuos, y de experimentar eficacia hasta casi llegar a relajación cuando nos dedicamos a las actividades para alcanzar nuestros valores que derivan en este estado. En mi propia experiencia, mis sospechas de que las instituciones educativas a mi alrededor podrían estar haciendo mucho mejor su trabajo, se basan en lo que he observado, estando ya en mi cuarto semestre de universidad. Y lo que observo todos los días que vengo a la universidad en los estudiantes de otras carreras y de la mía, es bastante alejado a lo que uno pensaría que sería un proceso de aprendizaje floreciente. Ese tipo de aprendizaje en el que los estudiantes sienten un ímpetu por buscar cada vez más entender el mundo a través de la ciencia, por estar alerta a encontrar una nueva conexión entre lo que se aprende, y por embarcarse en proyectos sean pequeños o ya más grandes por aplicar en el mundo real el conocimiento o el entrenamiento por el que han pagado por recibir en cierta institución.

Concedo que quizá ese no sea el escenario en cada hora del aprendizaje, considerando que el nivel de conocimiento que uno va a aprender en la universidad se supone debe ser bastante alto, y la magnitud de los problemas, igual o más grandes aún, y por lo tanto habrá momentos de desafío, de dificultad y de prueba y error. Pero si nuestro estándar es el florecimiento, profesores y padres de familia concordarán conmigo con que es un avistamiento raro el ver a un estudiante inmerso en el aprendizaje en la escuela con un sentido de propósito que lo mueve cada día a cumplir con las lecturas asignadas, completar los proyectos para ejercitar su conocimiento con su mejor esfuerzo, y llevar preguntas juiciosas a sus discusiones entre pares, sesiones de preguntas con el profesor, o indagaciones online. El florecimiento no es exclusivo de la vida y actividad productiva de los adultos, más bien, debería ser el constante de la vida humana en cada una de sus etapas y manifestándose en cada aspecto y actividad de su existencia, y lo que debería ser la regla entre las personas a nuestro alrededor.

Pero desafortunadamente, en muchos estudiantes con quienes he interactuado y veo todos los días, el constante es un sentido de deber en cuanto a lo que los mueve a ir a clases, completar las lecturas y hacer las tareas; en consecuencia, una sensación de tortura y estrés como su estado mental operativo en sus actividades de estudiantes; lo que se refleja en una actitud cínica hacia la vida y hacia posibles proyectos más grandes y hacia valores espirituales más profundos; y como resultado un desempeño conformista. Todo esto se ve reflejado en el vocabulario que usan, sus publicaciones burlescas y autocompasivas en las redes sociales.

Ese tipo de estudiantes no solo existen en las universidades, y la mayoría de veces, su actitud no se origina ahí, sino antes en el colegio o por diversas otras causas. Pero pienso que sin importar el trasfondo de un estudiante que ingresa a la universidad, un programa educativo diseñado para aumentar su eficacia como ser humano, puede ofrecerle una experiencia de aprendizaje que le permita encontrar motivación en conocer el mundo y aplicar su facultad racional a resolver problemas, y tener y perseguir una visión sobre lo mejor que su vida puede llegar a ser.

Existen generalizadas sospechas sobre la calidad de nuestras instituciones educativas y sobre el compromiso que tienen por educar a sus estudiantes para desarrollar en ellos los poderes necesarios para alcanzar el florecimiento. La simple tarea de observar de cerca la actitud hacia la vida de los estudiantes nos revela que algo está mal, o que algo en definitiva podría mejorar sobre los programas educativos a los que se someten. Aquí he hablado más sobre la experiencia como estudiante, y lo que yo he observado siendo uno, pero si analizáramos la experiencia de los individuos graduados que salen a enfrentar la vida real, encontraremos incluso más cosas sobre qué sospechar en cuanto al desempeño de las escuelas en cumplir su misión —o lo que debería ser su misión—, y quizá encontremos bases mismas para cuestionar incluso la necesidad misma de inscribirnos a estos programas.

Vivimos en la mejor época de la historia en que pudimos haber nacido. El desarrollo de nuestra capacidad de modificar la naturaleza para servir nuestros fines nos permite disfrutar beneficios que apenas hace cien años eran inimaginables. Tenemos los recursos y conocimiento que, si lo adquirimos y lo usamos bien, nos podría llevar al florecimiento que muchos de nosotros buscamos. Pero nuestras instituciones educativas no parecen ser capaces de ofrecernos los programas educativos que entrenen a los jóvenes a vivir vidas florecientes como seres humanos y aprovechar el legado de riqueza, conocimiento e inmensas posibilidades que seres humanos que han vivido antes de nosotros nos han dejado en esta tierra.

¿Cuál es el problema central que estas instituciones ignoran al diseñar sus programas? ¿Cuáles son los estándares específicos que deben guiar nuestra búsqueda de programas educativos para el florecimiento humano? ¿Cuál es la ciencia que va a informar los desarrollos necesarios en pedagogía, la psicología, la antropología, la neurociencia, la filosofía? ¿Es realmente necesario, y siquiera admisible que tantos estudiantes universitarios deban experimentar sus programas como una tortura necesaria para pasar a la siguiente etapa de su vida? ¿Cuál es el debate entre los métodos de enseñanza por clases magistrales y diálogo socrático, y cuál es el mejor? ¿Si la pedagogía Montessori es la apropiada para los infantes, cuál es la pedagogía apropiada para educar a los mismos niños cuando dejen pasen a su siguiente etapa? ¿Cuál puede ser una descripción de cómo luce un estudiante floreciendo como estudiante, y cómo es en cada nivel? ¿Debemos tomar por sentado que los elementos que ahora forman parte de los programas educativos, los exámenes por término, las calificaciones, las tareas en casa, las clases magistrales, etc. son realmente necesarias para esos programas? ¿Qué es aprendizaje? ¿Cuáles son los poderes que son más esencialmente necesarios para la vida madura del ser humano?

Soy estudiante de Filosofía y Educación, y mi intención en este blog es documentar y compartir mi aprendizaje sobre qué es educación con el fin de abordar el problema de que en el mundo carecemos de programas educativos que entrenen a los jóvenes a vivir vidas florecientes como seres humanos. Mi lista de preguntas es mucho más larga, pero estaré compartiendo aquí mis reflexiones y aprendizajes sobre este tema. Si te interesa este problema, te invito a regresar a mi blog para que compartamos en los comentarios, y de siguientes blogs, aprendizajes y reflexiones sobre este crucial tema, y buscar soluciones sobre las que podamos trabajar en el largo plazo.

¿Avanzaremos hacia la libertad?

Ayer supimos quiénes van a estar en el poder ejecutivo los siguientes años.
Muchos se preguntan qué pasará con el país en el largo plazo.
En palabras de Leonard Peikoff, «la respuesta depende en la juventud del país y de las instituciones que la educa. El mejor indicador de nuestro gobierno mañana son nuestras escuelas hoy».
«¿Están nuestros jóvenes siendo educados para ser libres, independientes, y ser hombres y mujeres pensantes? ¿O están siendo convertidos en peones impotentes y que no piensan, y que van a correr a los brazos del primer dictador que les suena plausible?». (Esto lo dijo Peikoff en una conferencia que dio en 1984, «The American School: Why Johnny Can’t Think», pero esto también aplica a Guatemala).

El problema de la educación es un problema del que Manuel Ayau Cordón se dio cuenta, y entonces fundó la Universidad Francisco Marroquin junto con otros intelectuales y empresarios preocupados por un futuro en el que los guatemaltecos sean más libres y responsables. Hoy la Universidad Francisco Marroquín cumple 48 años.

Lo que me preocupa es cómo podemos avanzar hacia un país de individuos más libres y responsables, si los movimientos y discusiones más grandes aquí se centran en términos de quiénes van a tener el poder y van a gobernar por los siguientes cuatro años.
Manuel Ayau, un verdadero héroe y visionario se dio cuenta de la verdadera batalla por una Guatemala más apta para la vida humana. La batalla es en las universidades y en las escuelas del país, en las mentes de los individuos que van a dirigir el rumbo del país en el futuro.

Yo celebro el aniversario de la UFM, pero estoy ansioso por ver y contribuir en que aquí en particular, y que en Guatemala en general se luche por que los estudiantes sean independientes, busquen su felicidad, y que trabajen por un sistema político en el que esa felicidad sea posible.